Aprendizaje forzoso

Les comparto algunas lecciones en las que en unos casos yo fui la alumna, en otros casos fueron otros, pero que de alguna forma me tocó aunque sea un capítulo. Tal vez estas reflexiones les sirvan de algo.



*  Aunque te rodeen muchas personas a diario, sólo serás verdaderamente importante para unos muy pocos y éstos no necesariamente tienen que llevar tu sangre. La familia no la hace la sangre; la hacen quienes te aman y te cuidan aun en los momentos que ni uno mismo se ama ni se cuida.

*  El mucho conocimiento no da educación, ni respeto, ni siquiera sentido común. Se puede tener un cerebro enciclopédico y un corazón bazófico (o sea, hecho de bazofia) al mismo tiempo.

*   El paso del tiempo no nos garantiza ni madurez ni sabiduría. Conozco jóvenes que toman las mejores decisiones y su conducta sobria y respetuosa les precede, y adultos de cualquier edad cuyas estupideces merecen un premio Guinness (me he visto en esta lista varias veces). 

*  Ser miembro de una iglesia cristiana no implica que realmente sea cristiano. Tristemente es frecuente recibir más mal de alguien que se identifique como “cristiano” que de alguien que no se identifique con nada, lo que le da rotunda validez a las palabras del Mismo Señor Jesucristo en Mateo 7:15-23.

*  La gente siempre encontrará una falta en el otro precisamente porque nadie es perfecto. Pero si intentamos hacer que el otro cambie para que ya no tenga lo que nosotros creemos que está mal, igual le estaremos dando a ese otro lo que está mal de nosotros. Por lo general nuestros verdaderos amigos y familiares tienen muchas más cosas buenas que malas. Hagamos más énfasis en apreciar las buenas que en pregonar las malas. Creo que todos quisiéramos que hicieran eso mismo con nosotros.

*  El egoísmo destruye más que una bomba atómica. No se puede medir la onda expansiva del egoísmo. Alcanza generaciones a nuestro alrededor. El egoísmo se ramifica en una lista interminable de otros pecados como los celos, la ira, la prepotencia, el abuso, el robo… Y todo empieza con un pegote fétido que grita incesantemente “Tiene que ser lo que yo quiera, como yo quiera, donde yo quiera y cuando yo quiera. Los demás no me importan.”

*  La mucha inconformidad enferma el alma, la mente y el cuerpo, y el mucho conformismo nos vuelve inútiles e insensibles. Sólo Dios nos puede equipar con el medidor que nos advierta cuando cada actitud esté a punto de causarnos daño, y darnos las herramientas para detener el avance de ambas.

*  No debemos callar cuando abusen de nosotros o de quienes amamos. No hay que ser violento ni grosero para detener el abuso. El irrespeto, la desconsideración, la manipulación, la violencia verbal, el engaño, todas éstas son formas de abuso. Por lo general cuando  permitimos a alguien que nos abuse una vez, esto rápidamente se convierte en un ingrediente primordial en la relación con esa persona. Si detenemos ese abuso desde su aparición inicial, hay muchas más probabilidades de que no pase de ahí o de que su duración sea más corta y el daño sea reversible.

*  Los animales que reciben nuestro cuidado y buen trato son mucho más agradecidos que la gran mayoría de las personas que a diario se benefician de nuestros talentos y servicios. Si alguna vez me dan la oportunidad de elegir un súper poder, no dudaría un segundo en pedir convertirme en la Dra. Dolittle de la vida real.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Breve análisis de las estrofas de nuestro himno nacional

Sólo Jesús nos puede cambiar y nadie más

Cristo, sólo Cristo es nuestra justicia