Se extinguió la llama que templó el heroísmo viril

Me mandaron esta foto. Ciertamente no debemos odiar a Haití. Si odiar una nación fuera legal y dependiera de sus hechos en nuestra contra, la primera nación que deberíamos estar odiando en la actualidad es USA por razones que van mucho más allá que defecar en fundas plásticas para echarlas en nuestros patios (situación que viven muchos dominicanos con vecinos haitianos y que ha sido publicada en los medios en varias ocasiones).

Hoy escuchaba en la radio sobre propagandas de politiqueros, campañas de los futuros depredadores de nuestra masacrada nación. Como cada año, y siendo del dominio público, éstos que quieren puestos gubernamentales invierten fortunas que, los que no estamos en esos medios, no tenemos una idea real de la inversión que, por supuesto, la pagamos nosotros con los impuestos. Y todavía no he escuchado el primer político de ésos que esté invirtiendo esa misma fortuna en una campaña MUNDIAL de la realidad de la situación Haití/RD. Por lo menos hasta ahora mismo, yo particularmente no he visto ningún documental, ninguna rueda de prensa internacional, ningún envío masivo y agresivo de "dignatarios" A DONDE SEA NECESARIO, para enderezar la retorcidísima versión de los hechos que anda circulando por el mundo. NINGUNO está haciendo ABSOLUTAMENTE NADA por detener o aminorar la destrucción de nuestro país que está llevando a cabo Haití alrededor de todo el mundo. No han tenido que usar armas de guerra. Nos están aplicando la técnica del sapo, nos pusieron a hervir en una olla con agua y no nos estamos inmutando. Si nadie sale a defendernos, alguien pronto comerá una suculenta sopa de ancas de rana y no seremos nosotros.

Los únicos que estamos haciendo algo somos los ciudadanos comunes y corrientes, desde nuestra escasez, y algunos simpatizantes internacionales que una vez fueron turistas o residentes de RD y sí saben lo que está sucediendo. Yo clamaré una y otra vez delante del Trono del Gran Rey por misericordia, para que Él, Poderoso Gigante, salga en nuestra defensa. Pero éste es el último post que pongo sobre este tema. No vale la pena poner mi vida en peligro ni la de mi familia por éste mi pobre país, que finalmente terminó siendo indolente y servil. Así que, según nuestro propio himno nacional, no merecemos ser libres.

"Ningún pueblo ser libre merece 
Si es esclavo, indolente y servil;
 
Si en su pecho la llama no crece
 
Que templó el heroísmo viril."

Dios les bendiga a todos.

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