El viaje desde el dembow hacia la ópera
Tal vez este nuevo
teclado tenga menos efectos secundarios, pero no lo voy a saber hasta que lo
use por un tiempo. Así que decidí arriesgarme a saludarles con este nuevo post.
Hace unos días vi
un avance de noticias en la televisión, en el que se veía una repartición de
las dichosas cajas navideñas preparadas por el actual gobierno. Supe que era
ésta la situación por la información que daba la reportera, porque por la
imagen lo que parecía era una reyerta barrial donde todos querían matar a su
prójimo. Había un buen número de policías mostrando su destreza con sus macanas y algunas mujeres que parecían
contorsionistas del Cirque du Soleil, mientras magistralmente se les zafaban de
las manos a los gendarmes. Y todo por una cajita que contenía, tal vez, dos
días de comida, queriendo ser optimista.
Más recientemente vi
en YouTube a esta niña de nueve años en ese entonces, que ganó el concurso de
Holland’s Got Talent:
Y justo para ese mismo tiempo llegué a ver un anuncio en la TV dominicana, donde presentan una joven nuestra también incursionando en el arte en esa rama a la que le llaman Dembow. Si se animaron a ver el vídeo de Amira Willighagen, entenderán mejor la relación que deseo hacer entre lo sucedido en la noticia que les acabo de comentar y la selección artística de la niña holandesa y la joven dominicana.
Las pocas veces que veo canales locales me lleno de tristeza y vergüenza ajena, cada vez que me toca ver aunque sea comerciales de los espacios de “entretenimiento.” Mientras nuestros niños, desde su más temprana edad, no sean obsequiados con opciones reales de superación personal, de manera que ellos desarrollen un circuito integrado de educación académica, cultura, cuidado del medioambiente, y respeto a los demás, seguiremos viendo escenas lastimeras como las de la deprimente noticia que les compartí al inicio. Y precisamente por lo opuesto es que la gran mayoría de las comunidades europeas seguirán creciendo cultural, académica, tecnológica y económicamente.
Y después nos quejamos de los inmigrantes que nos tocan… Y después nos quejamos de que no nos quieran en ningún otro país del mundo…
No pudo haber escrito palabras más ciertas. Da pena ver que en un país con los recursos necesarios para incentivar la cultura y los valores no se hace nada para mejorar la identidad cultural que sus ciudadanos tienen.
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