Que los badajos no te quiten el sueño
La mediocridad se manifiesta de muchas
maneras. La que personalmente más me molesta es aquélla que le impide a la
persona llenar su vida de lo que es bueno y correcto, lo que a su vez produce
un vacío tan insoportable, que la persona siente la imperiosa necesidad de
llenarlo con la vida ajena.
No te cargues a causa de los chismosos y
llevavidas. Son mediocres. Están exentos de una buena calidad humana y así lo
dan a conocer cada vez que abren la boca.
Una actitud que me ahorra mucho mal rato es la de tomar las palabras de quien vienen. Si lo que se dice de mí sale de una persona cuya reputación de integridad o sabiduría está un metro bajo tierra con lápida y todo, ni me inmuto. Con todo y que el refrán de "miente que algo queda" es real, saliendo de la boca de personas así no me dura en los oídos ni una fracción de segundo.
Ahora, una cosa va de la mano con la otra.
Procura que tus hechos y tus dichos no les den comida.
Pero si van a hablar disparates porque te
gusta un traje de baño con el que te acusan de parecerte a Tarzán, ponte el
traje de baño, ve a su puerta y toca el timbre y cuando te abran, da el mejor
grito tarzanesco que te salga y retírate con movimientos de mambo violento. A
ellos les dará mucho de qué hablar, y tú te regalarás una de tus mejores
anécdotas de por vida. Estarás reviviendo un glorioso momento cada vez que te toque echar el cuento en reuniones con familiares y amigos.
Aquí les dejo con un modelo de mambo para que practiquen:
No hay nada mas danino que un chismoso. Tis Mercedes siempre dice que prefiere un ladron en su casa que un chismoso.
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